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Actitudes frente a la depresión de argentinos, chilenos y venezolanos profesionales sanitarios que utilizan la versión validada en español de la revisada cuestionario de actitud ante la depresión (SR-DAQ)

Investigador LIDE: Marco Faytong-Haro
Investigadores externos: Genesis Camacho-Leon, Keila Carrera, Ivonne De la Hoz, Robert Araujo-Contreras, Karelis Roa, Hans Mautong, Jhoselena Cardozo, Marianny Briceno, Ivan Cherrez-Ojeda
Método: Estudio transversal en Argentina, Chile y Venezuela
Datos: R-DAQ
Grupo objetivo: Profesionales de la salud en los países mencionados
Muestra: 1234
Resultado de interés: el 70% de los profesionales respondieron que se sienten más cómodos frente a la enfermedad física que a la mental, los participantes creen que el tratamiento médico (28,6%) o el abordaje psicosocial (<20%) son herramientas ineficaces para las personas que sufren de depresión. Es más probable que los psicólogos y psiquiatras traten la depresión como cualquier otra enfermedad física.
Trabajo de investigación: https://doi.org/10.1016/j.ssmph.2022.101180

Las creencias y actitudes de los médicos hacia la depresión pueden predecir si apoyan o evitan a los pacientes diagnosticados con esta afección. Describir las actitudes hacia la depresión de los profesionales de la salud argentinos, chilenos y venezolanos podría ser una herramienta valiosa para comprender la perspectiva latinoamericana sobre el reconocimiento, manejo y prevención de la depresión. Se realizó un estudio transversal entre profesionales de la salud en Argentina, Chile y Venezuela utilizando la versión validada en español del cuestionario revisado de actitud ante la depresión (R-DAQ). El cuestionario se recogió online de agosto a noviembre de 2021, en una muestra por cuotas de 1759 profesionales sanitarios (la muestra analítica final es de 1234). La depresión fue considerada una enfermedad que cualquiera puede padecer por el 90% de los encuestados. Sin embargo, el 70% de los profesionales respondió que se siente más cómodo lidiando con una enfermedad física que con una enfermedad mental. Además, los resultados muestran que una cuarta parte de los participantes en el estudio creía que el tratamiento médico (28,6 %) o el enfoque psicosocial (<20 %) eran herramientas ineficaces para las personas que sufrían depresión. Los hallazgos también muestran que la depresión es vista como una parte más natural de la vida por parte de los profesionales y hombres argentinos. Por último, es más probable que los psicólogos y psiquiatras traten la depresión como cualquier otra enfermedad física. Es poco probable que los proveedores médicos que realizan cirugías de manera rutinaria sepan cómo tratar la depresión o que la consideren una enfermedad real. Finalmente, los profesionales de la salud en Argentina, Chile y Venezuela tienen diferentes actitudes hacia la depresión. Si bien reconocen la depresión como una enfermedad al mismo nivel que otras enfermedades físicas, la mayoría no sabe cómo tratarla. Los hallazgos apuntan a la necesidad de que estos países promuevan la capacitación de los trabajadores de la salud en áreas como el diagnóstico de la depresión, el tratamiento y las intervenciones sociales.

Tema de política

El estudio tiene como objetivo recopilar datos transversales sobre la percepción y el estigma de la depresión y evaluar las actitudes y la confianza de los médicos en el manejo y tratamiento de pacientes con depresión en Chile, Venezuela y Argentina. En este sentido, se consideró que Chile tiene uno de los mejores servicios de salud de la región, Venezuela ha experimentado la caída más significativa en los últimos años en servicios esenciales, incluidos los servicios de salud, y Argentina tiene un nivel medio de servicios de salud. Los autores también investigan la relación entre las actitudes de los participantes y las características demográficas y de formación a través del cuestionario SR-DAQ.

Contexto del problema

Según UNICEF, en 2021, unos 16 millones de adolescentes tenían una enfermedad mental; siendo la ansiedad y la depresión las dos más comunes (50 por ciento) (Unicef, 2022). A pesar del aumento prevalente de la depresión, los pacientes continúan recibiendo un manejo y tratamiento inadecuados por parte de los profesionales de la salud que, en muchos casos, ignoran que los pacientes que sufren de depresión y esquizofrenia tienen un 40-60% más de riesgo de muerte prematura. Como tal, la depresión, tal como la perciben los médicos en diferentes países, puede estar influenciada por estigmas sociales. A pesar de su propensión a tratar la depresión, la mayoría de los médicos de atención primaria (PCP) preferirían derivar a estos pacientes a un psiquiatra. Esto puede indicar una tendencia de estigmatización de las enfermedades de salud mental por parte de los médicos sudamericanos, lo que puede servir como una barrera para las personas que sufren de depresión que requieren tratamiento.

Detalles de la investigación

Características de la muestra

En general, el 65,1% de los encuestados se identificaron como mujeres. El 34%, 33,9% y 32,2% eran de Argentina, Chile y Venezuela, respectivamente. El 42,7% eran médicos de cabecera, el 12,3% médicos de familia, el 7,4% cirujanos y el 5,3% psicólogos. El resto de la muestra está formada por otros médicos especialistas; El 69% trabajaba solo en zona urbana, el 16,9% en zona rural y el 14,0% restante en ambas. El 37,3% de la muestra tenía formación previa en depresión.

Resultados descriptivos SR-DAQ

Los profesionales de la salud mental creen más en la depresión como una “enfermedad real”. Por ejemplo, el 100% está de acuerdo en que cualquiera puede sufrir depresión, que la depresión es como otra enfermedad física, y el manejo de la depresión ayuda a manejar otros problemas de salud. Los psiquiatras y los psicólogos son los que más confianza tienen a la hora de tratar la depresión. En el punto medio, tenemos profesionales de la salud no quirúrgicos en el tratamiento de la misma. Por ejemplo, el 70 % de ellos está de acuerdo en que las personas con depresión tienen necesidades de atención similares a otras afecciones médicas como la diabetes. Además, una cuarta parte de ellos está de acuerdo en que deprimirse es una forma en que las personas con poca resistencia lidian con las dificultades de la vida (en comparación con la mitad de los quirúrgicos y ninguno de los de salud mental). Después de mucha consideración y estudio de los datos empíricos recuperados, los autores sintetizaron 4 puntos clave a tener en cuenta con respecto a la depresión. La primera es que los profesionales de la salud generalmente reconocen la depresión como una enfermedad al mismo nivel que otras enfermedades físicas. La segunda tendencia es que saben que es una enfermedad que hay que tratar y que la farmacoterapia puede ayudar; aunque en promedio, no saben cómo tratarlo o ayudar a sus pacientes. Ahora, más específicamente, los proveedores de salud de Argentina y los proveedores masculinos, en general, parecen estar más de acuerdo en que la depresión es normal a medida que uno crece. La cuarta tendencia es que se nota que los profesionales de la salud mental saben cómo lidiar mejor con la depresión y piensan que está entrelazada con otras enfermedades físicas. La mayoría de los profesionales de la encuesta realizada respondieron que se sienten más cómodos frente a una enfermedad física que a una mental (70%). De igual forma, otros estudios en América Latina confirman que, aun cuando los médicos generales reconocen la depresión como una enfermedad, creen que carecen del conocimiento para tratarla, y aquellos con más estigmas prefieren derivar a los pacientes con depresión a un médico mental especializado.

Conclusiones

Un total de 1234 médicos de Argentina, Chile y Venezuela fueron evaluados para explorar sus actitudes hacia la depresión. Los médicos generalmente se dan cuenta de la importancia de reconocer y manejar la depresión. Sin embargo, solo algo menos de un tercio de la población evaluada se siente lo suficientemente segura para manejarlo. Menos de la mitad de los profesionales sanitarios encuestados han recibido formación para el manejo de esta enfermedad. Hubo preferencia general por el manejo de la enfermedad física sobre el manejo de la enfermedad mental, así como desconfianza en el manejo de la ideación suicida. Por lo tanto, es necesario trabajar en mejorar las actitudes hacia esta enfermedad y preparar a los profesionales de la salud de todas las especialidades. En línea con esto, los autores afirman que sería beneficioso incluir cursos de salud mental de alta calidad en todos los cursos anuales de los profesionales capacitación y evaluaciones periódicas del desempeño hospitalario en salud mental. Para crear conciencia sobre enfermedades como la depresión, también es fundamental promover una semana de salud mental e incluir especialidades no médicas en el tratamiento de enfermedades mentales. Estas estrategias podrían ayudar a desarrollar un mejor sistema de atención médica al reducir el estigma y mejorar el desempeño general, aumentar la confianza de los profesionales para evaluar y diagnosticar la depresión y mejorar el nivel de atención para los pacientes que la padecen.

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